Desde principios del mes de noviembre, estamos observando casi a diario a una abubilla (Upupa epops). Se supone que las abubillas son aves estivales, pero todos los años por estas fechas ya se pueden observar algunos individuos en la provincia. Nuestra interpretación es que se trata de aves que llegan desde sus zonas de cría en latitudes situadas más al norte, y que ya no completan la migración postnupcial hasta África. Si alguna vez habéis pasado un rato contemplando a una de estas aves, habréis comprobado la habilidad que tienen para localizar y desenterrar todos los animales que les sirven de alimento. Escarabajos, grillos, lombrices, ciempiés y muchas, pero muchas orugas de procesionarias del pino, son sus presas habituales. A veces, la abubilla saca del suelo una larva de escarabajo, la lanza al aire y la coge al vuelo para tragársela. Emulando al gran fotógrafo Cartier-Bresson, hemos conseguido capturar ese instante decisivo: A estas alturas de la entrada (no nos gusta decir "post"), quizá os estéis preguntando todavía por qué la hemos titulado así. Pues bien, parece ser que la abubilla tiene 28 plumas en la cresta, ni una más ni una menos. Hemos intentado contárselas a ojo de buen cubero pero no ha sido posible, así que para terminar os ponemos una imagen de una de las fugaces ocasiones en las que podemos ver la cresta de una abubilla completamente levantada, en este caso amenazando a un mirlo que se le estaba acercando demasiado.
1 Comentario
RUTH
5/12/2013 05:23:36
bonito e interesante post.... 26? curioso!! esta noche ya eme puedo acostar tranquila !ya se una cosa mas!
Responder
Tu comentario se publicará una vez que se apruebe.
Deja una respuesta. |
ArchivOs
Febrero 2019
Categories
Todos
BLOGS que seguimos
|